jueves, 13 de enero de 2011

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Carta abierta al mundo de la Cultura

Quizá un presagio de lo que se vendría, fue ver aterrizar en los programas sociales del consejo a estas chicas bien, en sus Audi y sus virgencitas en los escritorios.

Presagio que prontamente significaría la reducción de personal, el fin de los programas sociales, el aumento de sueldo de estos “funcionarios públicos” y la exclusión de todo lo que significara pueblo, pues tal como lo dijera el flamante ministro: “La cultura no tiene porque ser popular si puede ser una industria.”

El problema es que al eliminar estos programas se hecha por tierra lo poco que se había avanzado en lo que diera forma a la misión del Consejo de La Cultura: “Promover el desarrollo cultural, armónico, equitativo y pluralista entre los habitantes del país.

Eliminar el apoyo a la creación en la base, corta la raíz de esta y busca potenciar lo ya creado, lo “bien hecho” por estas mega productoras Chinas, Francesas, Holandesas y Gringas que nada tienen que ver con nosotros, que no dejan ningún vestigio de permanencia, negando con esto lo que la cultura es!! Pues ¿Qué sentido de permanencia pueden dejarnos estos espectáculos de pirotecnia, instantáneas culturales, flashes de arte a 200 metros de distancia. (Previas barras, guardias, policías y publicidad)?

Y además de esta sensación de cultura del absurdo está esta otra que sospecha de estos artistas que solo asienten y aprueban pues un arte que solo aprueba es por decirlo menos un arte sospechoso…

¿Vamos todos a colgarnos de una torre pluma?

¿Vamos todos a satisfacer nuestra necesidad de cultura tratando de interpretar el mensaje oculto en un espectáculo de luces?

LOS RICOS SIEMPRE FUERON EXTRANJEROS, QUE SE VAYAN A MIAMI CON SUS TIAS.

Volvamos al teatro en piso de tierra, al mural, a la guitarra denunciante… pero hagámoslo con todo el amor, calidad y compromiso del que seamos capaces, para que nuestro pueblo vuelva a sentir la conexión con la belleza de las cosas simples, que renazca el teatro obrero de Recabarren, la toma del espacio público de Andrés Pérez,



el canto campesino de Violeta, el compromiso de Víctor, dejemos la comodidad, el confort, y sacudámonos por un rato esta faceta de artistas y cambiémosla nuevamente como hace la flor, por una aun mas importante: la de ser “TRABAJADORES DE LA CULTURA” y un vez lograda nuevamente esta conexión organicémonos y exijamos ser protagonistas de los procesos culturales, que nadie decida por nosotros, pues de nada sirve un Ministerio de La Cultura, sin La Cultura Popular, ni un gobierno, sin gobierno ciudadano.

Que se vayan todos!!





Bernardino Vásquez González

Presidente de Sicuch